Seguramente en alguna ocasión en tu vida pronunciaste o has
escuchado esta frase… esta frase aun cuando parezca simple tiene que ver con un
trastorno mental que convierte la vida en un mar de tristeza, desánimo y
desesperanza. Científicos y expertos en salud psíquica, trabajan para inventar y desarrollar terapias
eficaces que nos ayuden a combatir este síndrome que aumenta día a día.
En cuanto a su
intensidad, los episodios depresivos pueden ser leves, moderados o graves. Se
considera leve cuando la persona puede llevar a cabo la mayoría de sus
actividades diarias; es moderado si tiene grandes dificultades para continuar
con su vida cotidiana; en un caso grave, la mayoría de los síntomas están
presentes de forma intensa y la idea de suicidio o autodestrucción se hace frecuente.
Los factores implicados
en el ciclo depresivo pueden ser genéticos, bioquímicos, neuroendocrinológicos, neurofisiológicos,
psicosociales, de personalidad y ambientales, igualmente puede estar presente esta
sintomatología, en personas con
trastornos de bipolaridad, asimismo los factores psicosociales, es decir, aquellas vivencias diarias inciden de manera
notoria en nuestro estado de ánimo. Algunas personas caen en la
depresión sin motivos aparentes, pero otras veces surge a raíz de alguna
circunstancia difícil, como la muerte de un familiar cercano, una enfermedad
crónica, problemas interpersonales, dificultades financieras, un divorcio...,
hechos que pueden ocasionar síntomas que sostenidos a lo largo del tiempo, acaban desencadenando una depresión clínica.
Es
importante destacar que “Estando literalmente en lo más bajo”, te das
cuenta que tan fuera de rumbo estabas y que las decisiones que tomabas en tu
vida, simplemente no eran las correctas. Es en esos momentos difíciles y
oscuros, en medio de la desesperación, donde la rabia y la frustración te dominan,
que entiendes y decides de una vez por todas y para siempre, no aceptar más
nunca alguna mediocridad de uno mismo o de otros… “En el fondo” todos tus comportamientos disfuncionales e
irracionales son revelados. Si nunca llegas al punto más bajo, estos
comportamientos errados continuarán una y otra vez, pasarán desapercibidos bajo
un sentimiento de negación que lo único que hace es crear más
disfunciones y una caída mucho más complicada. Antes de tocar fondo,
“inteligentemente” alucinas y piensas que todo sobre ti es grandioso, que todo
esté excelentemente y no es hasta que caes que te das cuenta que todo fue
creado sobre mentiras y fundaciones falsas de ti hacia ti mismo.
Es así como de ti depende
transformar esa situación, en un precipicio
que obviamente te llevara al vacío o en un trampolín que te impulsará a salir
adelante con más fuerzas, con más ganas y con más entusiasmo para continuar el
camino.