Existe el mito sobretodo en las mujeres, que el tema de llegar a los “Sincuenta” es un evento
trascendental.
Cuando se acerca esta fase de la vida, un alto
porcentaje de personas comienzan a experimentar a propósito, una metamorfosis regresiva, donde las mujeres
empiezan a comprar vestidos que usaban a los 20, ir a lugares que jamás sintieron
motivación por visitar, utilizar léxicos de “adolescentes” y así desencadenan
una serie de conductas, que
inconscientemente pareciera que las hace sentir como de 30 años menos.
Asimismo muchos hombres, al llegar a esta edad comienzan
a activar transformaciones, se quitan el
bigote (en caso de usarlos) o se dejan crecer la barba, se tiñen el cabello ya
que las canas comienzan a aparecer, deciden ir al gimnasio para “sacar
cuadritos y músculos” se perfuman como nunca antes, comienzan a sentir adicción
por las redes y al igual que las mujeres a esta edad, se apodera de ellos una
dicotomía entre la edad cronológica y la psicológica.
Ciertamente los seres humanos debemos prepararnos
a lo largo del camino, para vivir intensamente cada una de las etapas de la
vida, ya que si no es así, llegará un momento donde se generará un conflicto
emocional, por no aceptar que el tiempo pasó
y que ya no nos lucen bien ciertas actitudes.
Es muy importante, vivir intensamente cada
día y disfrutar cada una de las etapas
de la vida a plenitud y conscientes que tenemos un gran propósito en este
camino.
Vivir el hoy con intensidad, significa estar en consonancia con nuestras
emociones, nuestro sistema de valores y nuestro entorno.
Sentir, Soltar y Sonreír son elementos claves
para que cuando lleguen los “Sin cuenta”
no signifique un holocausto, sino más bien una edad de oro maravillosa, donde percibirás el camino con los cinco
sentidos y vivirás a plenitud cada momento y cada circunstancia.
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