Perdonar, debes considerarlo como un acto de
liberación personal, como una oportunidad para flexibilizar tus convicciones… Nunca, como un acto de sumisión hacia el otro.
Perdonar te libera del rencor y del
resentimiento, te hace más ligera la carga de emociones que se gestan en cada
minuto en ti…
Perdonar y perdonarte te abre mil oportunidades
para relacionarte con el mundo y te permite aprender de cada una de las
circunstancias que vives.
Si Perdonas, no tendrás que ir construyendo
muros en tu camino para alejarte de los demás, ni tendrás que ponerte la
armadura de hierro para que nadie te haga daño.
Recuerda que cada persona es como es… cada
quien actúa según sus convicciones y le da el valor a las situaciones según sus
criterios.
Nadie te hace daño…tú te haces daño cuando le
pones tu ingrediente adicional a tus vivencias.
Si no perdonas, vas acumulando en tu interior sentimientos tóxicos, que te hacen daño a nivel orgánico, estos sentimientos no son los mejores huéspedes en tu corazón, ya
que lo van endureciendo, lo amargan y lo más grave de todo, es que lo siguen
lastimando una y otra vez.
No basta solo con decir “Te perdono” y que con ello todo quedará en el olvido… el perdón no es una simple frase que se dice. El perdón, es una decisión que debes internalizar para
que nunca más te afecte emocionalmente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario