La rabia
o ira, es una emoción que se expresa
a través del resentimiento o
de la irritabilidad.
Esta comprobado científicamente que los efectos físicos de la ira, incluyen
aumento del ritmo
cardíaco, de la presión
sanguínea y
de los niveles de adrenalina y noradrenalina.
Por lo anterior
expuesto, no debes permitir que esta emoción
te controle, hasta el punto de hacer que
actúes como un ser irracional, donde involuntariamente expresas algunas reacciones
y luego te arrepientes de lo que
dijiste o hiciste.
El grito es una de
las manifestaciones que mas utilizas para demostrar al otro que estas molest@, pero realmente simboliza que estás desesperado por ser escuchado, por
ser tomado en cuenta, porque te traten con justicia e igualdad, estás
desesperado por sentir tus necesidades emocionales satisfechas. Estás
desesperado por sentirte amado, libre, tomado en cuenta y respetado.
Las
manos apretadas, los manotazos e inclusive las patadas también tiendes a
activarlas para demostrar tu molestia,
ya que tu cuerpo está en la modalidad de “estamos en peligro es momento
de sobrevivir, o atacas, o huyes”, en la ansiedad la opción por la que se opta
es salir corriendo, evitar aquello que atenta contra tu vida,
pero en la ira “te enfrentas
irracionalmente contra aquello que sientes, está atentando contra tu vida”. Soltar la
Ira, no se trata de arremeter en contra de la persona que consideras activó
dicha emoción, ni destruir cualquier cosa que se encuentre en tu camino, sino más
bien, de reconocer cuando te sientas
molest@, identificar el motivo de esa sensación y drenarla de manera
consciente, recuerda que cuando tu consigues redefinir tus emociones,
experimentas una sensación de poder.
Es importante que actives la
tolerancia en tu interior hacia los demás, sé flexible, recuerda que cada quien
tiene su historia y vive en su mundo interno, realmente muy poco de lo que
sucede a tu alrededor es personal o en tu contra.Pon límites a tus emociones, Si tu molestia creció a enojo o rabia,
es porque realmente no tienes control
sobre tu conducta. Poner límites es dejar en claro, qué vas a permitir y qué no, antes de que te
sientas ultrajado en tus derechos.
Conectarte con la rabia y transformarla, te dará las herramientas necesarias para ir
canalizando día a día situaciones que antes experimentaste como
“incontrolables”…ahora tendrás el poder de evitar que esta emoción te
desconecte de tu Paz interior y no olvides, que para continuar en el camino es
imprescindible Sentir, Soltar y Sonreír !
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