Hablar de Felicidad es muchas veces complicado ya que
literalmente es “una emoción que se produce en la persona cuando cree
haber alcanzado una meta deseada” y es vista
erróneamente por la sociedad, como un
estado ideal que se encuentra en la cúspide.
Es importante reconocer que nuestra satisfacción, en determinados aspectos de la vida, están relacionados con nuestras
expectativas, logros y autoestima.
Cuando experimentamos una distancia pequeña entre nuestros
logros y nuestros deseos o expectativas, inmediatamente nos conectamos con una
sensación de satisfacción y realización. Sucede lo contrario cuando la
distancia es muy grande, nos sentimos frustrados y fracasados, es entonces
cuando establecemos una marcada diferencia entre felicidad o infelicidad.
Estar consciente que en el camino de cualquier persona, existen momentos de alegría y de dolor, situaciones
fáciles y difíciles y que esto, está
condicionado por la actitud frente a la vida, nos hace menos vulnerables
a sentir sensación de desilusión, ya que el problema surge, cuando le damos más
importancia a las situaciones negativas y no disfrutamos ni valoramos los
momentos positivos. Una persona que sabe ser feliz, disfruta plenamente cada
momento de alegría, bienestar y/o satisfacción, por simple o pequeño que
parezca. Y cuando vive una situación dolorosa, la enfrenta de la mejor manera
posible. Si puede hacer algo al respecto, lo hace y
aprende de lo que le sucede y no se
queda anclado en el dolor.
Es entonces, como tomando en cuenta que la felicidad solo
depende de tu preparación emocional ante la vida, de ahora en adelante puedes
decidir Ser feliz o No.
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