Esta frase es reiterada por mí, cada vez que
alguien a mi alrededor emite argumentos que por sí mismos manifiestan la imposibilidad de lograr sus
sueños.
Por las circunstancias que he vivido en mi
camino, tengo la convicción que no hay
sueños inalcanzables, somos nosotr@ los que colocamos fecha de caducidad o
bloqueos mentales para no alcanzarlos.
A veces suelo ser muy dura con los demás al
emitir esta aseveración, pero es que mi experiencia ha sido un ejemplo para
reconocer que “Todo se puede lograr”.
Nacer pobre es una condición, pero vivir y
morir en la pobreza es una decisión de cada quien. Si revisamos la historia de
mucha gente destacada en la sociedad, podemos darnos cuenta, que no siempre tuvieron buena posición social,
o fueron exitosos y/o reconocidos, sino
que hay todo un histórico de lucha, de sacrificios y de esperanzas que
motivaron a esa persona a lograr sus sueños.
En mi caso particular puedo afirmar, que todas
y cada uno de los sueños que tuve desde niña fueron cumpliéndose
progresivamente…hoy me siento muy satisfecha de haberlos alcanzado, de ser la persona
que siempre quise ser, de estar rodeada de personas tan maravillosas que imagine
algún día de mi vida, de tener amig@s incondicionales, a los que califico como
“Mis hermanos de la Vida” y de hacer lo que hago…de sentirme instrumento de
Dios para ayudar a otros, de tener la posibilidad de ofrecer una Sonrisa a
quien se siente triste, de levantarle los brazos a quien se siente deprimido,
de dar un consejo a quien siente que el mundo lo agobia…
Por todas y cada una de las cosas que he mencionado
doy gracias a Dios por haberme encaminado a estudiar durante muchos años la
complejidad de los “Seres Humanos”…y si volviera a nacer volvería a reescribir
mi historia con la misma pasión, paciencia y perseverancia, con la que he escrito en este camino…
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